Empieza tu negocio a ser posible sin deudas
Tienes la idea, el sueño o la necesidad que sale de tu corazón de lanzarte a ayudar a otras personas con tu expertise.
Sabes que hay un nicho allá afuera que necesita de tus conocimientos.
Decides empezar con tu propuesta con toda la ilusión del mundo.
Aunque algunas veces, de forma equivocada, solemos pensar que para lanzar un negocio digital no se necesita dinero.
Es entonces cuando te embarcas a hacerlo todo tú sola, no es la mejor opción. Hay que ser realistas las cosas, los servicios, materiales, etc., tiene un valor y un costo ya sea monetario o de tiempo.
O, por otra parte, se es consciente que te hace falta una base económica para empezar y te vas corriendo al banco a que te haga un préstamo personal, que a ellos ( los del banco) les hace tanta ilusión en dejarte (porque tienes una nómina, algo o alguien que te avala, no porque les interese tu propuesta).
Y te lanzas al emocionante mundo del emprendimiento.
Si todo te sale como esperabas, estupendísimo.
Si no, será un ir y venir de acontecimientos desastrosos (al menos en mi caso fue así) que te bajaran la moral, si tu sueño no despega como lo tenías previsto.
Si cuentas con un alto nivel de resiliencia aprenderás de los debacles de tu negocio, sin venirte debajo. Esa es la materia prima de una emprendedora, el aprendizaje constante. Especialmente aprender de los lanzamientos fallidos. Es dónde más experiencia consigues.
¿Es posible empezar un negocio sin deudas?
Claro que sí, es posible si te organizas antes de empezar.
Pero tampoco creas que no vas a necesitar dinero para invertir en tu negocio si te encargas tú de todo lo que hay detrás (automatizaciones, contenido para tus canales de comunicación, web, marketing…)
Eso de hacerlo todo, y no exagero en la palabra, es muy desgastante. Te hace perder el norte de tu idea original.
Te lo digo por experiencia.
Entonces, ¿cómo empezar? , te estarás preguntado.
Marcando una hoja de ruta realista que te lleve a tus metas.
Siguiendo conectada con el alma de tu negocio
Agradeciendo cada día por las posibilidades con las que cuentas
Lanzándote con una estructura económica, mental y estratégica bien definida.
En mi experiencia fue lo que me sirvió para empezar sin deudas.
Contraté los servicios de profesionales cuando los necesité. Después de experimentar la posibilidad de hacerlo todo yo misma. Como “tenía tiempo” pues podía dedicarme a crear la web, a los diseños en Canva, al blog, todavía lo hago, a aprender de mail marketing, comunicación persuasiva, copy… etc.
Y un buen día me di cuenta, hablando con una amiga, que se me estaba yendo la energía en esos procesos que no eran especialmente mi zona de genio. Se me dan bien, sí, pero no eran mi objetivo. Sin contar que hay miles de cursos, talleres, mentorías y un amplio abanico de ofertas varias, para que tú que estás empezando aprendas de todo. Mientras en el camino te vas alejando de tu verdadero propósito.
Porque no conozco emprendedora que no quiera aprender de todo, o al menos lo intentamos.
Con este ejemplo personal te quiero decir que está bien saber un poco de cada cosa que hay detrás de tu negocio. En especial para cuando delegues saber de qué te están hablando. Y para uso propio. El saber no ocupa lugar, pero si tiempo. Tiempo valioso que tu cliente está dispuesto a pagar por los conocimientos que tú ofreces.
4 puntos a tener en cuenta para empezar tu negocio digital.
Marca una hoja de ruta realista que te lleve a tus metas.
Utiliza el famoso, reconocido y muy útil, método SMART.
Metas a corto plazo, cosas sencillas que te acerquen cada día a esa mujer en la que te quieres convertir. En la mejor versión de ti misma. Sin prisa pero sin pausa. El truco está en la constancia o disciplina, como quieras llamarlo. Hacer cada día una acción de avance, una, dos o tres máximo.
Como si fuera una tarta, no te la comes toda de una sentada, la partes a trocitos. Evita intentar comértela entera, te atragantarás. Y lo mismo pasa con las tareas que te pongas para el día a día. Las cosas llevan un tiempo de gestación y de creación.
Vive y disfruta de cada proceso. La vida es lineal o en espiral, como dicen, no volverás a pasar por el mismo proceso dos veces.
Sigue conectada con el alma de tu negocio.
Es muy posible que en la espera de tener los ahorros, en hacer otras tareas relacionadas con tu negocio hasta llegar lanzarte de lleno con tu emprendimiento, puedes caer en la desidia, en la duda… etc.
Es aquí donde te invito a que recuerdes cada día por qué haces lo que haces, a quién ayudas. Piensa en cómo cambiaría la vida de esas personas y sus familias con tus productos o servicios.
Al universo le encanta el agradecimiento y cada vez que agradeces te da más de lo mismo.
Cuando te centras en algo, allí va tu energía y se multiplica.
Así que toma cada día un ratito para agradecer, ya sea en un diario de agradecimientos, mentalmente o puedes contárselo a alguien.
Agradece por todas las cosas que tienes, un trabajo, si es que trabajas por cuenta ajena, que te da unos ingresos fijos mes a mes. Por tu vivienda, tus amistades, familia, hogar, pareja, mascota… etc. Agradecer es un acto de amor y reconocimiento contigo misma, pues tú has creado toda tu realidad.
Lánzate con una estructura económica, mental y estratégica bien establecida.
Empieza con una caja de resistencia, un ahorro tanto para tus gastos vitales como para invertir en tu negocio. Se recomienda una media de 24 meses de ahorro para el primer apartado y dependiendo de las características de tu emprendimiento lo básico para: RRSS, Ads, hosting, correo corporativo, dominio… etc.
Habrá pasado algún tiempo hasta que hayas hecho tu caja de resistencia, sí, pero a tu favor ya tienes tus ahorros y tu estructura económica establecida.
Mientras sigues en tu trabajo por cuenta ajena, puedes empezar a trabajar tu mentalidad, tus creencias limitantes, tu relación con el dinero, la riqueza y la abundancia. Pues cuando seas tu propia jefa serás la creadora de tus ingresos, de tu riqueza y la responsable de que la abundancia esté a tu lado. Y es más que recomendable que estés preparada física, emocional y mentalmente para ello.
Muchas veces nos lanzamos, y me incluyo, porque está de moda emprender, porque parece fácil hacer unos cuantos post en redes sin conocimientos empresariales. Sin sentirnos merecedoras de toda riqueza que está por llegar. Y si no te sientes merecedora, sencillamente no llega o cuando lo hace te abandona.
Y por último, pero no menos importante, un plan de acción de marketing estratégico, alineado con tus valores, un camino, una ruta para que tu cliente te conozca, sepa lo que haces y se enamore de ti, para que sepa quién eres, en qué le ayudas, qué tienes para ofrecerle y te compre obviamente.
Esto, querida mía, va mucho más allá de un par de post en redes sociales.
Pero no te abrumes que todo lo grande comenzó en pequeño como reza la fase en latin Sic parvis magna. Y tú estás preparada para lograrlo.
¿Parece que son muchas cosas? ¡Y sí, lo son!
Pero déjame decirte que esto es tan sencillo como querer hacer una tarta. Haz de empezar con la receta, hacer la lista de las cosas que necesitas. Ir a comprarlas y ponerte manos a la obra. Lleva un proceso, un tiempo y un cuanto tiempo de estudio, como leer la receta y al final te haces con tu tarta.
Por el momento de tejo el enlace a mi webinar gratuito Cuida tus finanzas, cuida tus sueño.
Va muy ligado a lo que acabas de leer. Te va a servir mucho. ¡Te lo aseguro!