La relación con el dinero, la abundancia y la riqueza: tres aprendizajes de este camino.
¿Te has dado cuenta de lo mucho que el dinero puede revelarte sobre ti misma?
En los últimos años, a medida que he ido trabajando mi relación con el dinero y acompañando a mujeres a mejorar la suya y a poner sus finanzas en orden, he descubierto que este camino es mucho más que aprender sobre finanzas o mentalidad.
Es, en esencia, un viaje de autoconocimiento.
Me gustaría compartir contigo tres aprendizajes que han transformado mi perspectiva respecto a la relación con el dinero y que, espero, también te inviten a reflexionar.
1. El dinero no siempre es el problema
¿Cuántas veces ha dicho: "No puedo porque no tengo dinero"? Durante mucho tiempo, pensé que la falta de dinero era el gran obstáculo.
Sin embargo, lo que he observado (y sentido) es que detrás de esa frase suele haber algo más profundo: creencias limitantes sobre nuestra valía.
Sobre lo que creemos que merecemos. Es como si dijéramos: "No me lo merezco". Por eso no buscamos soluciones, lo vemos imposible para nosotras o ni siquiera nos damos el permiso de intentarlo.
2. El problema no es cuánto tienes, sino cómo lo gestionas.
El dinero es energía, pero también necesita estructura. Sin embargo, muchas veces vivimos con los ojos cerrados ante nuestras propias finanzas.
Te llega el dinero y, antes de darte cuenta, ya se ha ido. ¿Por qué? Porque no tienes un sistema, un orden. No sabes cuántas ganas, cuánto gastas ni qué necesitas para sentirte segura.
El dinero, como cualquier relación, necesita atención y respeto. Y sin esa base, es difícil que crezca.
3. No es lo que quieres, es lo que necesitas.
Aquí viene la que, personalmente, me ha tocado más de cerca. En este mundo lleno de mensajes que nos dicen que soñemos en grande, que vayamos a por todos, es fácil caer en la trampa de querer más y más sin detenernos a escuchar lo que realmente necesitamos.
Porque querer más no está mal, pero gracias a lo que ya tienes y conectar con tu esencia es el verdadero punto de partida.
Esto lo aprendí en una formación con Pablo Flores, sobre astrología y abundancia, y me marcó profundamente: lo que quieres y lo que necesitas no siempre son lo mismo.
Puedes querer la casa de tus sueños o un negocio de seis cifras, pero ¿eso es lo que tu ser realmente necesita?
Tal vez lo que tu cuerpo y tu alma piden es algo mucho más sencillo: un paseo en la naturaleza, un libro que te inspire, un abrazo de alguien especial.
Entonces, ¿qué tal si empezamos por ahí? Por agradecer lo que ya tenemos, por dejar de mirar tanto hacia afuera y empezar a preguntarnos: "¿Qué necesito de verdad?".
Te invito a reflexionar.
Hoy quiero invitarte a hacer una pausa.
Coge tu cuaderno o simplemente un momento para ti, y pregúntate: ¿Estoy conectando con lo que realmente necesito, o me estoy dejando llevar por lo que creo que debería querer?
Si esta reflexión resuena contigo, me encantaría que lo compartieras.
¿Qué has descubierto sobre tu relación con el dinero? Puedes escribirme o dejarme un comentario. Estoy aquí para escucharte.